Así lo llama Alberto Lleras Camargo, y es que es indiscutible la gran labor que Monseñor Emilio desempeñó en la Ciudad de Bogotá.

Emilio De Brigard Ortiz nació en la finca el Rincón, de Chía, Cundinamarca, el 15 de mayo de 1888.

El ambiente en el que creció el futuro sacerdote y obispo se caracterizó por una vida cristiana muy clara y concreta, pues su padre dedicó parte de sus esfuerzos económicos y espirituales a la atención de los más necesitados.

Monseñor De Brigard vivió prácticamente 98 años, de los cuales dedicó casi 75 a la vida sacerdotal.

A medida que los años se fueron prolongando, incluso mucho más allá de lo que sus antecedentes familiares podrían sugerir en cuanto a duración de la vida, la existencia de Monseñor De Brigard, al contrario de lo que sucede en muchas ocasiones, no fue decayendo, sino que se fue haciendo cada vez más brillante, mas simbólica y significativa para quienes tuvieron el privilegio de conocerlo, tratarlo y pudieron beneficiarse de su acción pastoral.

Monseñor De Brigard represento quizás la última pieza de un estilo episcopal que hoy ya no se ve fácilmente en las praderas de la Iglesia. Más allá de ciertas impresiones, fue el obispo de la gente, de toda la gente, de multitudes de personas de bajos recursos. Su pasión pastoral la constituyeron los enfermos a quienes visitaba con amor inexpresable.

Desde su ordenación sacerdotal en 1911, hasta su consagración como obispo en 1944, el Padre Emilio De Brigard Ortiz, ejerció el ministerio sacerdotal en los más variados oficios eclesiásticos.

Las capellanías fueron un lugar privilegiado para su apostolado con los niños y los jóvenes, así como con los más pobres. En efecto, fue Capellán del Asilo de San Antonio y Director del Asilo de Niños Desamparados, Capellán del Monasterio de La Visitación, Capellán del Colegio Gimnasio Moderno, oficialmente por algunos años, pero jamás se separó de esta institución. Fue allí donde se le comenzó a llamar “El Doctorcito”, debido a que llegó a este colegio siendo aún muy joven. Este sobrenombre lo acompaño toda la vida y aún en las ocasiones más solemnes, quienes fueron sus alumnos del Gimnasio Moderno, siempre lo llamaron así, dentro del más amplio respeto y cariño. Del Gimnasio moderno llegó a ser Presidente del Consejo Superior en el año 1944.

Mucho más importante que los cargos eclesiásticos que Monseñor Emilio De Brigard desempeñó en su vida sacerdotal y episcopal, que se prolongó casi por 75 años, fue la forma como ejerció su sacerdocio. Las virtudes que lo caracterizaron en su largo apostolado terminaron por situarlo en un lugar privilegiado de aprecio, no solo en la arquidiócesis de Bogotá, sino en toda la iglesia en Colombia. Testimonio de esta realidad lo constituyen los escritos que diversas personas hicieron en vida del Arzobispo incluso después de su deceso.

El Arzobispo De Brigard Ortiz murió el 6 de marzo de 1986, en Bogotá y en casa de su hermana María Luisa De Brigard de Pizano donde vivía, a la edad de 97 años y 9 meses. Su deceso obedeció a causas naturales sin que lo haya afectado alguna enfermedad antes de morir.

En honor a su trayecto y su impportancia para la vida de los Gimnasianos, la Fundación lleva su nombre desde su creacion en 1978.

Basado en Monseñor Emilio De Brigard Ortiz de Rafael De Brigard Merchán, Pbro.